Nada dura.
Siento mucho tener que estar matándonos antes de tiempo, pero la paranoia gana y los equilibrios son muy inestables.
Sígueme, te sacaré de esta nube.
Con cada frase que nace de mí, necesito borrar dos y así me voy vaciando.
Necesito el drenaje más que el licor.
Ya no ardes lo suficiente,
ya no quemas sin aliciente.
Mi piel es fina,
mis brazos son débiles,
mi pelo es frágil,
pero mis rodillas,
a raíz de caer una y otra vez,
son más fuertes que tu ego.
¿Qué esperabas de mí? Es un domingo triste.
Para Vincent, la tristeza nunca llegó a acabarse.
Para mí, todo acaba.
Tú también.
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