Tus miedos son reales. Tus miedos son reales. Tus miedos son reales. Me torturo, siempre. En pasado, presente y futuro. No quiero decirte esto. No quiero decirte esto. No quiero decirte esto. Lates como el cáncer informando de que estás donde estás cuando toda cura se vuelve letal. Hablar es barato. Barato. Barato. Brillas por tu ausencia, eres un cuchillo que roza con su filo el ennegrecido hilo que te sostiene en vilo ante el profundo abismo que separa al que muere de lo vivido. Quiéreme. Quiéreme. Quiéreme bien. Te lo contaré todo cuando mis pestañas atraviesen, húmedas y frías, la fina tela del sudario que fallará en cumplir su por qué.
Hombre lobo hombre.