Se está clavando agujas en la garganta otra vez,
Es un pecado delicioso
verte sucumbir
ante el ruido
de todas tus piezas cayendo,
en una armónica caótica,
en una tragedia sin victoria.
Hay naturalezas que no sucumben a las plagas.
Puedo demostrártelo,
veo a través de ti.
No sin perder matices,
no sin que la corriente de agua erosione
también
esto.
Ojalá tus huesos se desintegren con los míos.
Que las sirenas no cantan por cantar,
cantan por catarte,
por cazarte.
Déjate llevar por una vez. Aunque creo que ya es tarde.
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