Ir al contenido principal

Sienes.

Quizá fuese otro de mis rollos.
Culpa de mis expectativas que, a veces, se sorprenden a sí mismas.
Quizá tú no seas más que las prisas por llegar, que el pánico de abrirte en canal.

De los días yuxtapuestos, de las noches al revés,
me quedo con que te despertabas cuando yo me acostaba
y esas seis gotas pares de leche de avena que le echabas al café.

Miro hacia todas partes
y veo trocitos de mí
regalados, esparcidos,
allí
donde no hay méritos más allá de la cicuta.

Qué pena,
qué suplicio,
verte desprovista de todo lo que te hacía tú,
de todo lo que era casa y muralla.

Lo más probable es que no sea culpa de febrero,
traerdor inevitable de desgracias,
lo más probable es yo salga de aquí,
que mis hojitas vuelvan a crecer
donde tu Monsanto interior 
se dedicó a echar sal,
que las palabras de mi abuela,
se pierdan en el tiempo,
como los cocodrilos en tus lágrimas.

"A vida é triste.
Yo a veces te busco,
te busco porque necesito cariño.
Y tú me corres.
Y yo me marcho".




Comentarios

Entradas populares de este blog

Ego sum mors.

¿Es tan diferente?  De una prisión sin barrotes la vida en cursiva sin distracción posible ante el azote del deber, del seguir. Sentencia sin término  y luz sin incendio este fuego quema,  invisible y sin llamas efímero y enfermo. No me quisiste al principio, yo tampoco al final pero el tiempo nos maldijo y no fuimos quien de olvidar el susurro mortal de tu piel contra mi sed.  La redención del inocente que patada tras patada, escondido llora sin prisa, sin demora. Nunca escapará tu voz de este estruendo la mía te sigue sin mirar atrás hacia la elegía de nuestro duelo. No me quisiste al principio, yo tampoco al final pero el tiempo nos maldijo y no fuimos quien de olvidar el susurro mortal de tu piel contra mi sed. 

Legión

Nadie navega por la calma del otro, del movimiento nacen las tormentas, estremecimiento irresistible de la misma tierra que domina tus pasos. Ego sum bellum! Nadie sabe a lo que se enfrenta, y sin más, emprenden cálidas idas que terminan en gélidas venidas. Ego sum bellum! Nadie puede verte subir si su propio ascenso  es la neblina misma que cubre sus ojos. Ego sum bellum! Nadie desafía a la misma muerte que robará de tus labios tibio suspiro, término de una vida fatal. Ego sum bellum!  Porque mis células, ya no están en tus células. Y tus dedos nunca han tocado mi sed.

Pólvora y traición.

Si es que, por más que intente evitarlo, la cosa va de dagas. Llevo demasiado abrazándome y ya sabéis que contenerse es siempre un error. Pero de todas formas equivocarme es lo único que sé hacer. Se dice "painting" porque arrancarse trocitos de alma y dejarlos pegados en tela o papel duele más que tú alejándote. Y eso que cada vez tardas más en volver. Aunque luego, siempre acabas trepando por mis trenzas y te encargas de aclimatar mi atmósfera. Supongo que todo ese sufrir adquiere sentido. Cáptame por partes, como a un hematoma que ya amarillea, pero no te sulfures que tampoco quiero verte arder. Te digo que estoy perdiendo el sur. Y crear también es una pésima idea porque creo que ya no sé. Solo sé retorcer palabras hasta que, sin ánimo de evitarlo, consigo que lo digan todo sin que tú te enteres. Ojalá supieras quién eres. Ojalá supiera quién soy. ¿Te imaginas encontrarte entre el mar de nubes? Imagínatelo también por mí. Puede que esta noche te deje ir.