Quise ser aquello en lo que ni siquiera podía creer. El fracaso se veía venir antes incluso de que existiese. Sobra decir, que horror se queda escaso. No voy a aceptar, la salvación que ofreces. En ella reside, sí, tranquilidad. Pero a un precio que no quiero pagar. A mí déjame, que ya no sirvo. Pues, algún día, mi dolor va a marcarte.
Hombre lobo hombre.