Mi vida es un largometraje, las cosas más extrañas me pasan a mí, así que, quizá, hasta lo protagonizo. Quise verte formar parte de mi elenco, ser el Clyde para todo lo Bonnie de mi personalidad, y acabaste siendo la crítica del sistema, las mariposas de McConaughey bonitas y efímeras, hambrientas pero podridas. Quise ser corista para un príncipe que no existía, para la idea monárquica podrida de la que se me hizo partícipe, de la que ninguna mujer puede escapar. Eres oxígeno para el moribundo, y cicuta para el vivaracho. La contradicción que te define es más fuerte que mi caos. Tus piernas delgadas golpean el aire, desvían la lluvia, se desnutren cuando bailas sin querer dentro de mi falda, cuando gritas mi nombre con los ojos, cuando atraviesas la niebla entre estanques y muros de piedra, cuando me dejas sola, sin hacer más ruido que el de las monedas peleándose en el suelo. Eres Prometeo robándome la luz alrededor de la cual revoloteo, eres Proteo riénd...
Hombre lobo hombre.