Dime tu meta.
Enséñame todo lo que no puedo controlar
mientras tú manipulas en mí
todo lo que,
sí,
puedes.
Crecí demasiado rápido
y tus zapatos nunca me fueron grandes;
y del mismo modo que tu moral desmerece
todo lo que eres,
todo lo que he puesto en ti,
todo lo que podrías ser,
yo tiro a la basura las posibilidades de libertad
por esta celda llena de flores marchitas.
Quítame de ser
lo que no puedo contener.
A la vez que tú y tus pequeñas paredes
me prometéis que todo estará bien.
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