Es un trago y 45 minutos de espera.
Es obtuso como tú.
Es un blues con petróleo.
Demuéstrame que existes
porque creo que he idealizado la utopía,
porque muerta la mentira,
muertos los ojos.
Me he mirado tanto al espejo
que he llegado a creerme
que mi alma reside en el reflejo,
que solo se ve desde fuera,
que nunca se va y siempre se queda.
Arpégiame a destempo
sin que las cosas bonitas suenen,
sin que nada encaje.
Las melodías solo las aprecio
cuando ya se acaban,
cuando navegan entre nubes,
cuando el pretérito
y no el presente
las contiene.
Descóseme los sueños
porque se están transformando en aire
que se inhala
y no se respira.
Sin miramientos.
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