Desplázate despacio,
las hipótesis son todas falsas.
Pero nosotros somos la explosión.
Matamos a los ojos
en la cara del cielo
mientras me niego a aceptar
el crujido de la cocaína en tus huesos.
En un instante está
y al siguiente se va
efímero y mortal,
persistente y rapaz.
Deprédame entre espinas
úsate de tinta.
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