Desplázate despacio, las hipótesis son todas falsas. Pero nosotros somos la explosión. Matamos a los ojos en la cara del cielo mientras me niego a aceptar el crujido de la cocaína en tus huesos. En un instante está y al siguiente se va efímero y mortal, persistente y rapaz. Deprédame entre espinas úsate de tinta.
Hombre lobo hombre.