Primero todo explotó, como imitándome, pero hacia fuera. Y las cosas nunca fueron como eran, solo se dejaban arrastrar por otras más grandes. Las flores crecían y yo florecía. Quizá todo fue hermoso y no solo un sueño. Solo una pesadilla que terminaba colisionando con el éter más intrínseco. Podría hacerme más preguntas si el tiempo no fuese un sistema cerrado. Y así, Némesis completa su eterno ciclo.
Hombre lobo hombre.