Ir al contenido principal

Legión

Nadie navega por la calma del otro,
del movimiento nacen las tormentas,
estremecimiento irresistible
de la misma tierra que domina tus pasos.

Ego sum bellum!

Nadie sabe a lo que se enfrenta,
y sin más, emprenden cálidas idas
que terminan
en gélidas venidas.

Ego sum bellum!

Nadie puede verte subir
si su propio ascenso 
es la neblina misma
que cubre sus ojos.

Ego sum bellum!

Nadie desafía a la misma muerte
que robará de tus labios
tibio suspiro,
término de una vida fatal.

Ego sum bellum! 
Porque mis células,
ya no están en tus células.
Y tus dedos
nunca han tocado mi sed.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Asphodelus.

I know you see me, you've seen me undiluted in this salty sheets never to be heard, or loved, or believed. Blue, blue used to be your word, your prohibited glare of confusion, now it's blank, bland,  the death of illusion, the awaited lack of delusion. I once allied to the light, like a moth to your flame, hypnotized by the beauty that lingers in the ashes, ashes you dared to call yours when, in reality, they where these very wings torn apart, burnt, beneath the brutal smell of this breeze that won't kill me, nor free you. Red, my hands, my arms,  my neck, my body, wrecked, only debris to be carried away by your careless blows, punches of ignorance, expecting me to fall  again, right into your bed, too broken,  too silly,  too narrow. But I've found myself again,  right where I belong, in the center of this vortex, the eye of the hurricane, where all my voices sound at once, where all my senses come to fight, we are here, we hear the brittle pieces of your ...

Spanish leather

Mi aliento quema como la ira del volcán. El ruiseñor acude a la llamada de las ramas, mientras la vida irrumpe rompiendo las cáscaras. (Cielo, cielo, dime por qué lloras. Cielo, cielo, dime por qué lloras). Mis ojos fluyen como frías cascadas. Ese día me pediste mi muñeca y me la devolviste meses después, como nueva, pero sin alma. (Fuego, fuego, dime por qué la quemas. Fuego, fuego, dime por qué no arde). Mi aliento quema como la ira del volcán.