La luz que entra por debajo de la puerta es terminal. Tú no estás, aunque eso no sea nada raro. No siento los pies. Estoy sudando y tengo frío a la vez. Extiendo el brazo para encender la luz. Extiendo el brazo para encender la luz. Mierda. Otra vez. Cálida bienvenida al mundo de las estatuas durmientes. En mi menor. Cuento los segundos que faltan para que llegue el pánico. Bienvenido. Por supuesto que hay una mano reptando hacia mi rodilla. Aunque no la vea. Puedo sentir el aliento de "eso" en mi nuca. "Eso" tiene una anatomía extraña. Fluida. Puede estar en todas partes y en ninguna a la vez. Vamos. No seas trenca. Mueve los dedos de los pies. Mueve los dedos de los pies. Joder. Los de las manos, mueve los dedos de las manos. Dios, para no poder sentir el cuerpo, juraría que algo me está tocando la espalda. Concéntrate. Meñique. Mano. Derecha. Qué maravillosa me hacen estas mierdas. Como haya un monstruo de verdad en tu lado de la cama, de esta se me llev...
Hombre lobo hombre.